POR: RAFAEL CASTILLO PACHECO
Con lo que ha venido diciendo Gustavo Petro, estaría un gran sector de su partido y del país político transitando entre la perplejidad y el asombro. Las declaraciones recientes en las que exhortaba a otros dirigentes y organizaciones a unirse para demandar a las FARC en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos; como las que concedió recientemente al Diario El Tiempo señalando que “las agresiones que está sufriendo el presidente Uribe por parte de Hugo Chávez debe entenderse en la izquierda como una agresión contra el pueblo de Colombia”, saltan al terreno de lo atípico porque ese tipo de aseveraciones no es usual, en los modelos variopintos que la izquierda nacional ha presentado en las competencias presidenciales.
Con lo que ha venido diciendo Gustavo Petro, estaría un gran sector de su partido y del país político transitando entre la perplejidad y el asombro. Las declaraciones recientes en las que exhortaba a otros dirigentes y organizaciones a unirse para demandar a las FARC en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos; como las que concedió recientemente al Diario El Tiempo señalando que “las agresiones que está sufriendo el presidente Uribe por parte de Hugo Chávez debe entenderse en la izquierda como una agresión contra el pueblo de Colombia”, saltan al terreno de lo atípico porque ese tipo de aseveraciones no es usual, en los modelos variopintos que la izquierda nacional ha presentado en las competencias presidenciales.
No se busca hacer ejercicios de valoración, tampoco asumir posiciones frente a lo manifestado por el candidato, pero si ubicar lo dicho en el centro de lo que se viene a nivel propagandístico en la ya iniciada campaña presidencial. Los primeros puntales los dio Rodrigo Rivera a la salida de una reunión de los candidatos Uribistas con el presidente: FARC y petrodólares, son los dos grandes flancos de ataque.
Petro debe conocer que hay una estrategia publicitaria en curso, copia fidedigna de la usada por los Republicanos e importada a Colombia por el ex Ministro Santos a través de JJ Rendón, el terrible venezolano “de la propaganda negra”. Su adrede “doctrina” , es de una suficiencia poderosa porque tiene como método la difamación, vuelve arma política el tema de la personalidad o las inclinaciones del candidato, estereotipa casi con el ridículo los pronunciamientos del candidato sacándolos del contexto en complicidad con los medios de comunicación afines, y cual rodillo para compactar las vías, aplana a sus contrincantes tergiversándolo, usando medias verdades, medias mentira. Esto afecta por igual a Carlos Gaviria, a Rafael Pardo, Sergio Fajado o cualquiera distinto de los candidatos Uribistas.
Uno de los temas estelares de campaña gravitará sobre Hugo Chávez. Así como sucede en los juegos de meza, el presidente Venezolano operará como dos comodines (en la edad media se identificaban como juglares y los bufones, el rojo y el negro en otros lados). Así tendremos uno extremadamente positivo que representará a manera de juglar a los simpatizantes de la izquierda lo que serviría para estigmatizarlos, y otro extremadamente negativo, tal bufón peligroso que solo puede detenido en su proyecto expansionista por el actual presidente de Colombia.
Ollanta Humala en Perú vio esfumarse sus posibilidades de triunfo, después que Chávez interviniera internamente en el debate electoral acusando al hoy Presidente García de corrupto y de haber fracasado en su primer mandato forzando en la conciencia del elector peruano una actitud de temor, revivió un nacionalismo sensible, que jugó como factor de derrota del dirigente de oposición. Desde entonces, la izquierda ha aprendido de estas lecciones.
En las elecciones legislativas Argentina pesó el tema de la financiación venezolana a las campañas. Saltando entre los matorrales, el caso del maletín de los 800 mil dólares afectó los intereses de los Kirchner que sufrieron una derrota, entre varias razones principales por esa.
En el Paraguay, floreció el tema de las FARC con el tema del secuestro a la hija del ex presidente Cubas y allí a Fernando Lugo se le intentó crear un vínculo con el secuestro y con esa organización. La oposición exhibió avisos en los que parecía Hugo al lado del obispo Lugo, como un aventajado mentor chavista en el sur del continente.
Los mandatarios de Bolivia y Ecuador, miembros del ALBA, corrieron la misma suerte en sus campañas presidenciales por la amistad cercana con el inquilino de Miraflores, y su eventual respaldo a las FARC. Correa ha sido acusado de hacer muy poco por la destrucción de campamentos como el de Sucumbíos donde murió Raúl reyes, de recibir financiación en su campaña del jefe guerrillero y de tener nexo con esa organización armada, lo que le ha generado más de una tormenta política en su país.
La Opción de Mauricio Funes en el Salvador supero al candidato de ARENAS, dice el FMLN, porque tomó distancia oportuna para no dejarse enredar con eventuales vinculaciones con grupos armados ilegales del Salvador y de las FARC, de una cercanía sierva con Hugo Chaves y por ende de parlante del comunismo internacional. Esos mismos argumentos son pretextos en Honduras para derrocar al presidente constitucional Manuel Zelaya.
Petro quiere desde ahora sentar los pilotes para hacerle frente a la matriz de opinión que le sobrevendría en “defensa de la democracia”, si llegase a ganar la consulta, (igual suerte correría Carlos Gaviria si se fuese el que se impusiera). Sabe, Gaviria y Alfonso Gómez también, que después del 27 de Septiembre estará en uso el 100% de la capacidad térmica de la maquinaria oficialista , con el encargo de desdoblar a las alternativas opositoras. Entre más verosímiles sean las opciones de los partidos de oposición, mas se aceitará la locomotora Republicana que viaja sin frenos en la búsqueda de tres grandes blancos: FARC, Hugo Chávez y la condición personal, como regla general. No hay dudas que cada candidato opositor tendrá su San Benito con el que estará exhibido en la sala de los ahorcados.
Al vaivén de lo que viene después del 27 de Septiembre, con candidatos únicos en los partidos de oposición, es bueno que se vaya decidiendo como hacerle frente a toda esa borrasca de información tendenciosa, manipuladora a favor del oficialismo, como cuales son las explicaciones que deben dar los candidatos resultantes para no dejarse carbonizar por la maraña de adjetivaciones que lo puedan ligar a las tres “máculas” señaladas, como a las propias que tengan sus colectividades y el candidato mismo, si es que la tienen o se las inventan. Si Chávez sigue generando el mismo nivel de confrontación con sus pronunciamientos y las FARC no producen un timonazo a su política guerrerista, ¿Quién podrá ser el próximo presidente de Colombia?
rafaelcastillopacheco@hotmail.com
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